El fútbol es muy caprichoso, y este miércoles lo comprobó un José Mourinho que encajó su primera derrota con el Tottenham. El conjunto londinense llegaba lanzado tras dos victorias en la Premier League y una en la Champions, pero en un compromiso especial para su técnico ofreció una de las versiones más escasas de las últimas semanas. 'The Special One' naufragó contra el Manchester United en su regreso a Old Trafford.

Necesitaba aire un Ole Gunnar Solskjaer a quien amenaza el despido, y se lo dio el entrenador al que sustituyó en el banquillo. Los de casa no fueron brillantes para frenar a un adversario que estaba recuperando sensaciones, pero bastó con el esfuerzo para agradar ante un viejo conocido -que dirigió a la plantilla durante dos años y medio- y con el talento de un Marcus Rashford desatado desde el minuto uno al 90.

El inglés fue protagonista en todo momento, para empezar con un gol tempranero en colaboración con varios jugadores rivales. Los fallos en la defensa fueron graves y Davinson Sánchez salió mal parado, pero tras el latigazo del punta, quien se añadió al error fue Paulo Gazzaniga, que no supo sacar un disparo que se coló por bajo y por su palo. El argentino no tiene la influencia de Hugo Lloris, y eso lo están notando los suyos.

El guardameta aparcó sus dudas para sostener a unos 'spurs' que se estaba viendo superados, hasta que apareció la magia de Dele Alli. El centrocampista ha sido uno de los grandes beneficiados con la llegada del luso, y en un chispazo devolvió la igualdad al marcador. Un precioso control orientado para anular a Fred en el área lo encadenó con un disparo cruzado para batir a David de Gea. De la goleada se pasó al 1-1.

Rashford sentencia al Tottenham tras el descanso

En la reanudación decidió Rashford que el resultado no era justo, y provocó un penalti que él mismo se encargó de convertir. El de Wythenshawe. a quien la madera había frenado el primer tiempo, retrató esta vez a Moussa Sissoko, que le derribó en un forcejeo para ver como ponía la sentencia. Engañó al cancerbero con su tiro desde los once metros y amarró una ventaja merecida que iba a ser definitiva.

Mourinho intentó una reacción con algunos cambios, pero el Tottenham apenas inquietó en su búsqueda del empate. De Gea vivió bastante tranquilo tras el paso por vestuarios, y el enfrentamiento confirmó que Solskjaer gana algo de tiempo para hacer mejorar a los 'red devils' y que el equipo del portugués debe seguir creciendo. En una jornada de necesidades, la recompensa fue para los locales.