Cristiano Ronaldo y el Manchester United han seguido empeorando su relación, tanto dentro como fuera del campo. Al portugués aún le queda una temporada más de contrato, hasta el 30 de junio del 2023, después de haber regresado a Old Trafford el verano pasado procedente de la Juventus, con un salario cerca de los 23 millones de euros limpios por temporada.

Al estar dentro de su segundo año de contrato y ser un jugador igual o mayor de 28 años, el club inglés podría afrontar una importante sanción de parte de la FIFA si decidiera unilateralmente terminar el acuerdo con CR7. Según indica el artículo 17 del Estatuto y Transferencia de Jugadores “en todos los casos, la parte que rescinde el contrato se obliga a pagar una indemnización que se calculará considerando la legislación nacional y otros criterios objetivos". 

En el caso que el jugador fuese quien rompiera el acuerdo, Cristiano se expondría a una sanción de cuatro meses sin poder jugar al encontrarse dentro de este "período protegido" de los primeros dos años. La regla describe que "consistirá en una restricción de cuatro meses en su elegibilidad para jugar en cualquier partido oficial. En el caso de circunstancias agravantes, la restricción será de seis meses. Estas sanciones deportivas entrarán en vigor inmediatamente después de que se haya notificado la decisión al jugador".

1 año sin fichar

Para el Manchester United la sanción si decide romper el contrato con el portugués, además del pago de la indemnización, se expone a dos ventanas sin poder fichar; también por el período protegido que defiende al futbolista. Sólo una "actitud abusiva" por parte del jugador con el club o al contrario, permitiría a la otra parte plantearse romper el contrato sin indemnización ni castigo.

Este escenario está puntualizado en el mismo estatuto donde dice que "cualquier conducta abusiva de una parte que tenga como objeto forzar a su contraparte a rescindir un contrato o modificar los términos de este, constituye una causa justificada de rescisión por el jugador o club.