El canterano del FC Barcelona Víctor Valdés volvió a recuperar la sonrisa después de todos los momentos tan difíciles que ha vivido en los últimos dos años. El guardameta catalán, ahora cedido en el Standard de Lieja hasta final de temporada, consiguió alzarse campeón en la final de la Copa de Bélgica, levantando un título tres años después. Lo hizo frente a uno de los favoritos de la competición, el Brujas.

Los de Víctor consiguieron imponerse por un tanto a dos con el cancerbero titular durante los noventa minutos de partido. A pesar del poderío del Brujas, los de Yannick Ferrera sabían que tenían ante sí la última oportunidad para levantar una decepcionante campaña. Después de quedarse ya sin opciones para pelear por los play-off por el título de Liga, la Copa era lo único a lo que aferrarse.

Así pues, el Standard comenzó marcando con un tanto de Compe en el minuto 17. Los de Valdés jugaron mucho mejor que su rival, llevando la iniciativa del partido y controlando todo lo que se movía por el campo. Sin embargo, Lior Refaelov igualó la contienda con un precioso gol de falta directa. Un mazazo ante el que nada pudo hacer Valdés, cuya estirada no sirvió para evitarlo.

Diaby acabó siendo expulsado en el segundo tiempo para el Brujas y, ante el asedio a la portería rival, la recompensa para el Standard llegaría en el minuto 88 con un gol de Santini. Acabado el partido la felicidad de todos los hombres del conjunto belga era palpable. Incluso la de un Víctor Valdés que conseguía su primer título desde que dejó el FC Barcelona en 2014, cuando levanto la Supercopa de España de 2013 como único trofeo aquel curso.