Durante la temporada se anotan goles espectaculares que acaban dando la vuelta al mundo, pero, en ocasiones, los más compartidos son los más extraños. El tanto más surrealista de la jornada, o quizá de la historia, ocurrió en un Duisburgo-Ingolstadt de la Segunda División alemana, y tuvo como desgraciado protagonista al guardameta local.

El holandés Mark Flekken puede dar las gracias a que los suyos lograron amarrar un 2-1, porque si no la diana que concedió en el MSV-Arena hubiera ido todavía más recordada. Corría el minuto 18 de juego, y aprovechando una acción que transcurría en el área rival, el guardameta se fue a beber agua.

Al dar la espalda a la jugada, no pudo ver que uno de los defensas despejó el esférico hacia sus dominios, sin ser conscientes sus compañeros de que el neerlandés estaba ausente. Así, el central Gerrit Nauber golpeó de cabeza el balón para cedérselo al cancerbero, pero el que aprovechó el lío fue uno de sus adversarios, Stefan Kutschkeque recogió el 'regalo' y anotó a puerta vacía mientras el propio Flekken se quedaba de piedra, ¡dentro de su propia portería!

Un guardameta peculiar

Pese a que el Duisburgo acabó llevándose los tres puntos, Flekken se convirtió en la estrella absoluta en las redes sociales, y tuvo que dar explicaciones frente a las cámaras de 'Sky TV'. "Escuché el tintineo del gol y pensé que estábamos ganando 2-0", se defendió, antes de explicar que las bromas tardarán en olvidarse: "A los muchachos les encantan estos momentos. Voy a tener que recordarles muchos errores durante las próximas semanas. Me llevaré la botella a casa y la quemaré en algún lugar del jardín".