El gol de Bojan al Inter de Milán que habría cambiado su carrera

Existen episodios de nuestra vida que permanecen para siempre en el olvido, y otros que recordamos para siempre, sea para bien o para mal. En el caso de Bojan Krkic, el ex canterano del Barcelona no olvidará jamás el día en el que acudió a la llamada de socorro del FC Barcelona para marcar un golazo al Inter de Milán en el Camp Nou, antes de que fuera anulado injustamente por el árbitro.

El colegiado de aquel partido de 2010, De Bleeckere, consideró que Touré Yaya había tocado el balón con la mano, y decidió anular la jugada en la que Bojan Krkic marcó para el FC Barcelona un gol que habría sido vital para el pase del FC Barcelona rumbo a la final del Santiago Bernabéu, aquella final tan anhelada que los de Pep Guardiola finalmente no pudieron jugar.

"A veces me he preguntado qué hubiera pasado si hubiera sido gol"

"Cuando la pelota entró me alegré mucho, pero luego me di cuenta que algo estaba pasando. La sensación que rodeaba al estadio y a los jugadores no era precisamente de entusiasmo. Así me di cuenta de que habían anulado el gol. Era un tanto clave porque culminaba la remontada y nos metía en una final de la Champions muy especial porque se jugaba en el Bernabéu", recuerda Bojan, en unas declaraciones concedidas a 'Marca'.

Si el árbitro holandés hubiese dado por válido ese gol, es muy posible que la carrera futbolística de Bojan Krkic hubiera cambiado, y que desde el conjunto azulgrana se hubiera apostado más por su continuidad en el Camp Nou, en vez de ofrecerle la puerta de salida tiempo después.

"A veces me he preguntado qué hubiera pasado si hubiera sido gol. Pero nunca le he dado vueltas hasta el punto de preguntarme cómo hubiera sido mi vida. Simplemente no se dio porque no se tenía que dar", expresa el de Linyola, que no le da más importancia.

Gol mal anulado a Bojan Krkic en el Camp Nou

El gol fue mal anulado, dado que la pelota, rebotó contra la mano de Touré Yaya de forma involuntaria y el centrocampista marfileño la tenía totalmente pegada al cuerpo. La cuestión es que el árbitro holandés tomó la decisión de pitar mano, y ahí se acabaron las posibilidades de remontada de un Barcelona que, con 1-0 en el marcador (obra de Gerard Piqué), se quedó sin poder remontar el 3-1 del partido de ida.

Un partido de ida, por cierto, también injusto y en el que alguno de los goles del Inter de Milán, en particular uno de Diego Milito, debió ser anulado. El Inter de Mourinho, en cualquier caso, se alzaría finalmente con el título tras vencer al Bayern Múnich en la final de la Champions League.