MAZIC PITÓ EL FINAL TRAS LA JUGADA
La final de la Champions acabó con un espontáneo frenando una contra de Cristiano
Noticia publicada:27/05/2018 - 09:32h
Última actualización:27/05/2018 - 10:01h
Por si a la final de la Champions le faltaran detalles, el final también fue de lo más surrealista. Un espontáneo que saltó al campo acabó cortando una contra de Cristiano Ronaldo, y tras la intervención de los miembros de seguridad, el colegiado señaló la conclusión
El Real Madrid se impuso este sábado al Liverpool para proclamarse ganador de la Champions por decimotercera vez, en una final de lo más surrealista con lesiones, errores imperdonables y hasta protagonismo del mercado de fichajes. El cierre del enfrentamiento también fue muy peculiar, con un suceso nunca visto hasta la fecha.
Y es que las intervenciones del público se habían limitado mucho en partidos de alto nivel, con imágenes cortadas en televisión para evitar darles más relevancia de la necesaria y carreras que a menudo incluían algún 'toreo' a los miembros de seguridad y varios saludos y abrazos a los futbolistas. En el Olímpico de Kiev esto fue un paso más allá.
Corría el último minuto del encuentro cuando Cristiano Ronaldo se lanzó a la contra por la banda derecha, encaró a Virgil van Dijk y se dispuso a recortarle y disparar, pero mientras tanto se dio cuenta que algo ocurría un poco más a su diestra, un poco más lejos de la jugada pero dentro del terreno de juego y de la propia zona de castigo de los ingleses.
El portugués disparó sin muchas ganas por la frustración que le supuso quedarse sin su gol, y es que para entonces Millorad Mazic ya había cortado la acción. Un espontáneo se había adentrado en el campo, y cuando los comisarios lograron detenerle, prácticamente había alcanzado a los jugadores. Con el cronómetro detenido, el colegiado consideró que no hacía falta reanudar el duelo, y una vez se le hubo retirado decretó la conclusión del compromiso.
Cristiano se busca el protagonismo en la Champions
A Cristiano Ronaldo la final de la Champions le ha dejado un sabor amargo, porque el protagonismo que no ha tenido con el balón, el de Madeira lo ha buscado con unas declaraciones que estaban fuera de lugar. Al contrario que algunos invitados inesperados a la fiesta, al luso apenas se le recuerdan dos acciones destacadas, con un golpeo sin ángulo en el que pudo buscar a algún compañero y un uno contra uno en el que se durmió y permitió la reacción de Andrew Robertson.
En cambio, frente a los micrófonos sí ha querido ganarse su minuto de gloria, dejando en el aire su continuidad en el Real Madrid. Después de una celebración aislado de sus compañeros y con sus familiares cercanos, el punta ha recibido una respuesta de Florentino Pérez, que le ha recordado que tiene contrato y que no se va a mover del Santiago Bernabéu. El verano empieza calentito en la capital.




