Quique Setién decidió darle la oportunidad de jugar a Ansu Fati en su primer once como entrenador del FC Barcelona. El santanderino, a pesar de los rumores que indicaban lo contrario, decidió situar al de Guinea-Bissáu en la banda derecha, manteniendo a Antoine Griezmann en la izquierda. El juvenil fue claramente de más a menos y dio la sensación de que en ese costado no termina de sentirse cómodo del todo.

Ansu comenzó el encuentro con ganas de comerse al Granada y fue quien tuvo algunas de las mejores oportunidades de los azulgrana en el primer tiempo. El primer tiro del partido fue suyo con un disparo seco desde la derecha a los seis minutos que Rui Silva pudo despejar con apuros. Lo intentó en un par de ocasiones más y creó bastantes dudas en la banda izquierda granadina. A los 15 minutos incluso estuvo a punto de llegar a un centro de Alba que hubiese sido gol.

Pero con el paso de los minutos, el extremo cada vez fue teniendo más problemas para encarar y el Granada se estabilizó en ese costado. Foulquier dejó de sufrir tanto cuando Ansu le encaraba y el canterano creó peligro solo cuando buscaba el desmarque al espacio. En el segundo tiempo se le vio con la misma energía, pero no desbordó con la pelota en sus pies y se limitó a conducir y soltarla cuando se aproximaba a la frontal.

Al final, el hispano-guineano dio la sensación de estar algo incómodo en la derecha. La jugada preferida de Ansu es el recorte para dentro para poder pegarle a puerta o buscar un centro, algo que en el costado diestro no puede hacer. El extremo tiene desborde y velocidad, pero en la derecha no parece sacar lo mejor de sí mismo. El experimento de Setién no funcionó del todo, a pesar de las buenas sensaciones que dejó el jugador en los primeros 25 minutos.

Carles Pérez salió por él en la segunda parte

Carles Pérez acabó sustituyéndole antes del final del partido cuando Setién vio que la joya de la Masia no daba más de sí. El catalán parece que será su gran competidor por el puesto de tercer delantero hasta que se recupere Ousmane Dembélé. En la derecha, Carles sí se siente muy cómodo ahí, ya que es la zona perfecta para que haga su clásica diagonal para ponérsela a su zurda y buscar el disparo.

Habrá que ver qué decide hacer el entrenador de Cantabria en el próximo partido de los culés. En Copa, contra el Ibiza, podría haber rotaciones y no será un buen día para sacar conclusiones, pero el fin de semana que viene sí será definitivo. Si el ex del Betis vuelve a apostar por colocar a Ansu en la derecha se verá que ese es su plan hasta que regrese Dembélé.