El FC Barcelona apostó por varios jóvenes en el verano de 2018, pero entre sus fichajes también se coló la experiencia de Arturo Vidal. El de Santiago aterrizó en el Camp Nou tras comprobar con conclusiones positivas que 'experimentos' con perfiles distintos, como Paulinho, también pueden funcionar en los planes culés, y después de unos meses difíciles, está empezando a justificar la inversión.

Para su asentamiento en el once titular han hecho falta dos claves, una su propia recuperación y otra la baja de Arthur. El chileno llegó en baja forma baja prolongada por una lesión de rodilla, pero se ha machacado en los entrenamientos -los del grupo y también con un preparador personal-, y está recogiendo los frutos de su esfuerzo.

Antes, eso sí, tuvo que pagar un peaje en forma de polémica, con unas quejas en las redes sociales que en el club le recomendaron que aparcara. El crack cayó en el vestuario con buen pie, y como los compañeros le apoyaron cuando más lo necesitaba, optó por ser constructivo y echarle una poco utilizada paciencia para esperar que llegara su turno. Y una vez más, el remedio funcionó.

El punto físico óptimo del ex del Bayern de Múnich coincidió con el bajón del brasileño, al que le está pesando la exigencia de su primera campaña en Europa. Pese a tener cualidades muy distintas, la transición en las alineaciones ha sido suave, porque el equipo ha mejorado y porque en este tiempo el 'rey' ha aprovechado para pulir algunas cuestiones relativas a su propia adaptación.

Más acostumbrado a las exigencias tácticas del Barça, Arturo Vidal ya no pierde tanto la posición, pero sigue aportando esa dosis de anarquía que es tan característica en su juego. Quiere estar en todas las jugadas, lo que provoca que sea el primero en lanzarse al ataque, y ahora también, en recuperar terreno para ajustar en obligaciones defensivas. Sus virtudes poco tienen que ver con las de Arthur, pero ambos están basando en la responsabilidad, el acierto y el pase su aportación a la escuadra azulgrana.

Este Barça brilla gracias a sus alternativas

Beneficiado y a la vez exigido por todas las alternativas que tiene en el vestuario, el discurso de Ernesto Valverde revelaba todo lo que le gusta y lo que le inquieta de Arturo Vidal, cuestiones que a menudo están separadas por una línea muy fina: "La entrega y el recorrido es una de las virtudes de Vidal. A veces le sujetarías cuando va arriba a la presión, y aunque ya sé que somos un equipo que nos basamos en la posición, también tenemos jugadores como Arturo. El fútbol no es sólo un juego de posición, el fútbol... Es fútbol".

Es por eso que ante desafíos complicados, el Txingurri podría apostar por la seguridad que le ofrecen Sergio Busquets, Ivan Rakitic y Arthur, aunque el chileno empieza a demostrar que con colocación y sencillez es capaz de adaptarse a lo que se le pide. Poco a poco, ha soltado la presión de querer jugar siempre para estar cómodo y relajado en el Barça, lo que puede ser la clave para que siga triunfando en la Ciudad Condal.