Ansu Fati fue una de las grandes revelaciones de LaLiga y de Europa la temporada pasada y va camino de mejorar sustancialmente esas sensaciones y sus números en la campaña que está por llegar. El delantero empezó como un tiro contra el Villarreal con un doblete y un partidazo espectacular. Es sin duda la gran joya que ha salido de la Masia en bastantes años y es un triunfo del trabajo de cantera del conjunto barcelonista.

Y es que la llegada del hispano-guineano al Barça no fue nada sencilla y requirió bastante trabajo, tal y como apunta el diario 'Mundo Deportivo'. Para que el atacante aterrizara en el equipo culé en 2012, con solo 10 años, los culés tuvieron que pelearse con el Sevilla o el Real Madrid para conseguir hacerse con él. Todo empezó con el fichaje de Braima, el hermano de Ansu, por el Barcelona, ya que fue en ese momento cuando German Vaya, ex ojeador culé, se fijó en él.

Un día en la vida de Ansu Fati

Fati llegó junto a su familia a Herrera, un municipio sevillano, en 2008, cuando tenía solo 6 años. Al poco de su llegada, empezó a jugar en la Escuela Peloteros de Herrera, donde ya destacó desde el primer día y llamó la atención del Sevilla, que le fichó para su cantera en 2010. En el conjunto hispalense se salió y llamaron a su puerta otros clubes importantes como el Real Betis, el Madrid o evidentemente el Barça, que se terminó llevando el gato al agua.

Vaya, apodado 'Mani', fue quien hizo saber al conjunto barcelonista que había que ir con todo a por Ansu. En ese momento fue cuando Albert Puig, que en ese momento era el coordinador de la cantera culé, se puso manos a la obra. El técnico se desplazó a Sevilla en varias ocasiones para hablar con sus padres y convencerles de que el Barcelona era la mejor opción para su hijo. Una tarea que, por ciertom fue bastante complicada debido a la intromisión del Madrid.

"El Madrid su puso por en medio. Me moví hablando con su entorno, hablando con el alcalde, con la Escuela Peloteros, que era la escuela con la que había empezado en los primeros tiempos. Hice dos o tres visitas a su casa, hasta que convencí al padre de que el mejor proyecto era el del Barça", explica años después Puig. Parece que los blancos pagaban más dinero, pero al final el padre del jugador comprendió que a largo plazo podía ser mejor para su hijo aceptar la propuesta blaugrana e irse junto a su hermano Braima.

Ansu apuntaba a 'crack' desde muy pequeño

Puig también aseguró hace no mucho que en cuanto vio al de Guinea-Bissaú jugar comprendió que apuntaba a figura mundial. "El caso de Ansu era distinto, se trataba de un talento puro indiscutiblemente. Tenía nueve años cuando abandonó África y ya se le veía que era un diamante en bruto, cuyo juego desprendía mucha alegría", apuntó en una entrevista reciente para 'France Football'.