El mercado de fichajes del verano 2020 será muy agitado para el FC Barcelona, que deberá afrontar una nueva reforma en su plantilla. Los catalanes pretenden certificar varias contrataciones de máximo nivel pero a la vez deberán aplicarse con la operación salida, que tendrá que abrir huecos en el primer equipo y a la vez asegurar unos importantes ingresos económicos. En estas circunstancias, el papel de los cedidos será clave.

Según el diario 'Marca', en el Celta de Vigo ya piensan en el futuro de Rafinha Alcántara, que hace unos meses regresó a la que un día fue su casa. El de Sao Paulo, que llegó muy joven a la Masia junto a su hermano Thiago, se crio deportivamente en el conjunto 'olívico', en el que también estuvo otro año a préstamo -campaña 2013-14- antes de dar el salto al Camp Nou de la mano de Luis Enrique, su entrenador por entonces.

El citado medio concreta que los gallegos cuentan con una opción de compra por valor de 17 millones de euros y estudian activarla. Pese a que durante todo el curso, Balaídos ha estado en alerta y el principal objetivo es la permanencia en Primera División, el canterano ha aparcado las dudas que le agobiaron en el primer tramo de la temporada y se ha convertido en una referencia en los planes de Óscar García Junyent.

Siempre que la salvación sea convierta en un hecho, se prevén negociaciones con los culés a corto-medio plazo, para alcanzar un acuerdo antes de la ventana estival. A pesar de que la venta de Stanislav Lobotka -que se marchó en enero al Napoli- ha dejado 20 'kilos' que todavía no se han reinvertido, la intención sería rebajar las exigencias barcelonistas y poder afrontar otras incorporaciones que lleven al club a cotas más altas.

El salario del brasileño, eso sí, podría convertirse en un problema, pero existe una estrategia que permitiría afrontar su continuidad. Para poder disfrutar de su estrella durante unos años, más, se apelaría a su protagonismo, a su condición de puntal en el vestuario y a su buena vida en Galicia para convencerle de que haga un esfuerzo y sus emolumentos se repartan en un contrato de varias temporadas de duración.

Rafinha tendrá que elegir su próximo destino

Aunque todavía no quiere hablar del tema, Rafinha tendrá que plantearse muy pronto cuál será su próximo destino, teniendo en cuenta que Quique Setién, o su posible sucesor, también podrían darle una última oportunidad en el Barça. Su contrato con los azulgrana acaba en 2021, así que este será el momento decisivo para su carrera. Por un lado, estará la presión del Celta y su notable rendimiento desde que volvió, y por el otro, su firme deseo de consolidarse en un conjunto que le permita disputar la Champions League.