Pocas cosas más duras pueden pasar en un campo de fútbol para Cristiano Ronaldo que perder un partido en el último minuto por culpa de su némesis. Leo Messi cerraba su mágica noche en el Clásico frente al Real Madrid con un gol en el minuto 92.

Tanto ante el que el luso reaccionó de la forma más desagradable posible. Pues dejando de lado el "fair play", el delantero del Madrid pidió a uno de sus compañeros a grito pelado que cometiera una falta en el origen de la jugada.

"¡Hazle falta!", le repitió en varias ocasiones CR7 a Marcelo, el defensa que seguía a Sergi Roberto en la carrera con más fe del catalán. El no cometer una infracción ni tampoco poder quitarle la pelota dio con el balón en André Gomes, este controló, abrió a Jordi Alba y este se la dejó a Messi. Lo demás es historia.

La frustración de Cristiano tras el gol de Messi

Totalmente desolado, Ronaldo se giró hacia el banquillo del Madrid. Allí se cruzó la mirada con Zinedine Zidane, tratando de pagar con alguien la frustración que sentía. Helados se quedaron los dos y todos los jugadores merengues al asistir al dos a tres. En el momento que el colegiado pitó el final, CR se fue como una exhalación hacia el túnel de vestuarios.