Aleix Vidal se quedó con las ganas de entrar al terreno de juego este pasado martes, después de que Luis Enrique le pusiera la miel en los labios y al cabo de pocos minutos tuviera que quitársela por obligación, cuando el cambio ya estaba preparado para realizarse.

Aleix Vidal tenía que saltar en la segunda mitad al campo para relevar a Sergi Roberto, que por entonces ya tenía una tarjeta amarilla y estaba llevando a cabo algunas decisiones temerarias. Luis Enrique, que se olía su expulsión, apostó por llamar a Vidal al cuarto de hora del segundo acto.

El quiero y no puedo de Aleix Vidal en el Barça-Atlético

El tarraconense acudió rápidamente a la llamada, se quitó el chándal de calentamiento y se puso las respectivas cintas para tapar las pulseras que lleva en la mano. Sin embargo, justo cuando iba a producirse el cambio, Sergi Roberto vio la segunda cartulina amarilla y dejó al equipo con diez jugadores, lo que obligó a Luis Enrique a dar entrada a Mascherano en vez de a Aleix Vidal para dotar al conjunto culé de más carácter defensivo.

Aleix Vidal se marchó entonces cabizbajo de nuevo al banquillo, y visiblemente contrariado a pesar de que la situación tuviera algo de comicidad. Eso sí, tras la expulsión de Sergi Roberto el de Puigpelat tiene muchas opciones de ser titular a finales de mayo en la final de Copa del Rey 2016-17, al ser el otro lateral derecho más o menos puro que tiene Luis Enrique en la plantilla. Además, últimamente está entrando mucho en la rotación.