El FC Barcelona sabía que el Olympique de Lyon apretaría desde el primer minuto en el Parc OL ante su afición, y aunque los culés salieron enchufados sobre el césped y generaron ocasiones claras de gol, el conjunto de Bruno Génésio también exigió a Marc-André Ter Stegen que realizara dos paradones para mantener el marcador a cero en el primer cuarto de hora de partido.

Fue Aouar quien puso primero el miedo en el cuerpo al barcelonismo, con un disparo raso, potente y colocado desde fuera del área ante el cuál Ter Stegen reaccionó con una gran estirada, desviando el esférico y desbaratando así la ocasión clara de los galos. Pocos minutos después, en el 9, fue Terrier quien se soltó un auténtico 'zapatazo' desde la lejanía. 

El disparo de Terrier iba directo a la escuadra, pero Ter Stegen volvió a firmar una nueva parada antológica, volando por los aires para desviar, a mano cambiada, el tiro del atacante francés hacia el travesaño. La pelota voló hacia arriba y, cuando cayó, el germano atrapó el balón para 'salvar' por segunda vez a su equipo en los primeros diez minutos de juego.

De no haber sido por Ter Stegen, de esta forma, el FC Barcelona podría haber encajado dos dianas tempraneras en la eliminatoria, que habrían puesto cuesta arriba las posibilidades culés de avanzar hacia la siguiente ronda de la UEFA Champions League 2018-19.

Por fortuna no fue así, y el conjunto azulgrana mantuvo el marcador a cero durante la primera media hora de encuentro, teniendo en cuenta además que los de Valverde pudieron perforar también la portería contraria en más de una ocasión, por medio de Leo Messi -a pase de Jordi Alba-, Ousmane Dembélé tras una buena acción individual y Rakitic, con un disparo lejano que se marchó fuera por poco.

Gran intensidad en el primer tiempo del Lyon-Barcelona

Partido muy intenso y con una gran cantidad de ocasiones, de esta manera, en la primera mitad entre FC Barcelona y Olympique de Lyon. Un hecho que seguro que los aficionados de todo el mundo que estuvieran viendo el partido agradecieron... Pero no así los entrenadores Ernesto Valverde y Bruno Génésio, visiblemente alterados por todo lo que acontecía en el verde.