La etapa de Ernesto Valverde en el FC Barcelona ha empezado con buen pie, con algunos tropiezos a tener en cuenta y un doblete prometedor, pero a pesar de la experiencia de su estreno, la verdadera prueba le llegará en unos meses. El éxito de la temporada 2018-19 pasará por las manos del entrenador, que tendrá que exigirse al máximo para facilitar la labor de sus pupilos. El objetivo es volver a aspirar a todos los títulos.

La buena mano del técnico para gestionar las rotaciones en la primera parte del curso fue una nota positiva, aunque finalmente se ha convertido en un lunar que ha afectado al desenlace de la campaña. El Txingurri decidió no refrescar las piernas de sus titulares a pesar de tener muchas oportunidades, y las fuerzas se agotaron en algunos de los compromisos más importantes.

El panorama no va a ir a mejor, porque después de unos meses con una importante fatiga, casi no habrá descanso. Los internacionales viajarán al Mundial, y habrá que ver cómo y cuándo vuelven, porque tras apenas tres o cuatro semanas de vacaciones llegará la Supercopa. Eso sin contar la International Champions Cup para los que se quedan.

Si este año el cansancio ha pasado factura, Valverde deberá hacer malabarismos para que sus futbolistas aguanten el que viene, con nueve meses de máxima exigencia después de un verano demasiado cargado. Jugadores como Paulinho han reflejado que tanta carga acaba fundiendo las baterias, porque el de Sao Paulo ya pagó sus esfuerzos con Brasil, el Guangzhou y el Barça. Así, todo seguido.

Los fichajes y la Masia, claves para el Barça 2018-19

En este sentido, va a ser importante que el míster se decida a rotar pero también que tenga las piezas adecuadas, con especial atención a la Masia y a los fichajes. Precisamente, los catalanes quieren hacer una limpieza de suplentes para renovar su fondo de armario, y habrá que ser muy precavidos para poder ofrecerle al extremeño recambios de garantías.

Algunos de ellos llegarán del mercado, como los Griezmann o Arthur, pero otros deben estar abajo. Unos, como Carles Aleñá podrían reforzar al primer equipo desde el primer momento, pero otros deberán hacerlo a lo largo del curso, y quizá no sólo en la Copa del Rey. Los títulos están en juego, y si el Barça quiere llevarse otra Champions sin descuidar la Copa y LaLiga, va tener que exigirse al máximo.