La eterna batalla entre FC Barcelona y Real Madrid sigue vigente en cada temporada que empieza, pero además de ser una lucha colectiva, también ha pasado a ser individual. Pieza por pieza, los jugadores de uno y otro equipo entran en competición, una comparativa que también es feroz a lo largo de la campaña.

Ocurre con todos ellos, pero la más representativa, dada su importancia en los últimos años, es la de Leo Messi y Cristiano Ronaldo. El argentino y el portugués llevan mucho tiempo disputándose el trono de mejor futbolista del mundo, pero a la vez, son el mejor termómetro de la guerra entre culés y 'merengues'.

El mal rato de Luka Modric en una entrevista

Más allá de ser una conversación de un día cualquiera, la preferencia entre el '10' y el '7' se ha convertido en un debate mundial, y no faltan las voces, de cualquier especialidad, deporte o profesión, que se 'mojen' sobre el asunto. Eso sí, cuando se trata de responder desde dentro del vestuario, puede suponer un problema.

En una entrevista con la 'STV' sueca ha sido Luka Modric el que ha pasado un mal rato cuando le han hecho elegir entre ambos, mostrando visiblemente su incomodidad frente a las cámaras. "Mejor jugador del mundo, ¿Cristiano Ronaldo o Leo Messi?", le lanzaron, a lo que el croata se quedó mudo durante unos segundos.

Su sonrisa se borró de la cara hasta que acertó a responder: "Los dos. Los dos. Realmente son dos grandísimos jugadores. Depende del gusto de cada uno decir que te gusta más uno o el otro, pero a mí no me gusta compararles. Para nosotros, que estamos en el Real Madrid, Cristiano es el mejor".

Cristiano Ronaldo se impone en el Real Madrid

La reveladora reacción de Modric no es más que la última pista de que en el Santiago Bernabéu esta pregunta es un verdadero desafío. No son pocos los que se la han jugado teniendo ataques de sinceridad, porque a Cristiano no le gusta que sus compañeros duden de él. Episodios tan claros como por ejemplo el de Marcelo, que un día tuvo buenas palabras para el rosarino, molestan profundamente al de Madeira, así que toca ir con pies de plomo.