El FC Barcelona tiene varias cuentas pendientes en el tramo final de la temporada, y una de ellas es recuperar a Philippe Coutinho. El ex del Liverpool ha encallado en la Ciudad Condal después de varios meses de buen rendimiento, y lleva ya un tiempo enredado en un bajón mental y deportivo que no le está permitiendo exhibir su mejor versión sobre el terreno de juego.

Con la ausencia de Ousmane Dembélé, de baja por lesión, muchos creían que el carioca completaría el once contra el Real Betis, pero no fue así. Ernesto Valverde se olvidó de los extremos y pobló la medular con varios centrocampistas todoterreno, resguardados por un Sergio Busquets que ejerció como pivote puro para protegerse de la propuesta descarada y ofensiva de los andaluces.

Lejos de entrar en sospechas, castigos y reproches, hay que destacar que su suplencia se debió únicamente a una cuestión táctica, puesto que sus cualidades no se ajustan del todo a la apuesta que quería proponer el entrenador. Esté en mejor o peor momento, el crack se caracteriza por su capacidad de asociación, disparo y visión de juego, más que por un despliegue que era la clave frente a la escuadra andaluza.

Con el de Badia guardándoles las espaldas, Arthur, Arturo Vidal e Ivan Rakitic se multiplicaron para contener a los medios verdiblancos y para ayudar a Luis Suárez y Leo Messi, que encabezaron, a su vez, un ataque inspirado, resolutivo y eficaz. La capacidad ofensiva fue creciendo a partir de la seguridad defensiva, el orden y el acierto en la presión, con un plan preparado en el vestuario y ejecutado a la perfección sobre el césped.

Coutinho, más que un jugador de recorrido, es un futbolista preparado para abrir defensas, algo que en este caso no era necesario porque el Betis quería derribar al Barça dándole su propia medicina. Esta vez, ajustando la formación y el carácter de su equipo, Valverde logró una gran victoria sin perder la personalidad y el estilo que impulsa a los azulgrana, aunque tuviera que mover algunas piezas en el tablero.

El Barça no abandonará a Coutinho

Tanto en el discurso como en los gestos de los últimos meses se ha podido comprobar que el Barça no se plantea abandonar a Coutinho, y luchará por hacerle triunfar en el Camp Nou aunque tenga su posible traspaso como solución de emergencia. Los culés saben que el brasileño tiene buen cartel en la Premier League y no vería con malos ojos su regreso, pero la intención que más pesa es la de encajarle cuanto antes para poder aprovechar su talento.