Este viernes, Andrés Iniesta cumplía veinte años desde el que, posiblemente, haya sido el peor día de su vida pero, a la vez, la decisión que más celebra. Este viernes hicieron veinte años de la primera noche en la que el capitán del FC Barcelona pasaba la noche lejos de su casa de Fuentealbilla, tanto tiempo que le ha valido para convertirse en uno de los mejores centrocampistas en la historia del conjunto azulgrana y del fútbol español. Y ante tal efeméride fue el entrenador del equipo catalán Luis Enrique el que le dedicó un gran piropo a su pupilo.

"Es una efeméride maravillosa: recaló hace 20 años en el Barça dejando de lado a su familia y haciéndose jugador del Barça, es nuestro capitán y un emblema del fútbol mundial, no solo español o europeo por lo que ha conseguido y por cómo lo ha conseguido", comenzó analizando el asturiano.

"Lucho" recordó también que, lo que es más importante, Andrés "lo ha hecho con unos valores muy concretos; nunca ha sido expulsado, nadie le recuerda un mal gesto ni una mala acción, en la victoria y en la derrota". Las palabras del entrenador reflejan el sentir y parecer de todos los miembros del club y de los aficionados.

"Es un placer inmenso tenerlo como capitán, será dificil que salgan más Iniestas", sostuvo el míster asturiano que finalmente dio por hecha la recuperación del futbolista manchego para poder seguir ayudando al equipo en los siguientes encuentros.