Primera prueba de fuego para Luis Enrique ante el Bayer Leverkusen tras la lesión de Leo Messi de su rodilla izquierda y primera muestra de confianza del técnico asturiano hacia el delantero canario Sandro Ramírez. Primera vez, por cierto, que el canterano jugaba de titular en Champions League con el FC Barcelona. Con ello, el míster demuestra seguir confiando también en el dibujo técnico y en la cantera blaugrana.

Después de la lesión de Messi se llegó a especular sobre como afrontaría 'Lucho' los problemas en la delantera. El asturiano estuvo meditando (y aún lo hace) la posibilidad de cambiar el intocable 4-3-3 que tantos éxitos le dio la pasada campaña por un 4-4-2 mediante el cual sacrificaría un delantero y dotaría al equipo de otro centrocampista para tener mayor presencia en el medio y marcar el ritmo de partido. La sangría defensiva en los últimos partidos (ha encajado en todos desde la segunda jornada ante el Málaga) era uno de los asuntos pendientes de este Barça.

Y si mantenía el dibujo táctico, sólo había dos futbolistas en la plantilla que podrían ocupar el hueco dejado por Leo: Munir el Haddadi o Sandro Ramírez. Hasta ahora el madrileño estaba siendo el preferido por Luis Enrique siendo elegido como el jugador número 12 del equipo. De echo fue él quien sustituyó ante la UD Las Palmas a Messi. Por eso la sorpresa de elegir a Sandro.

El canario jugó su segundo partido como titular esta campaña. El anterior lo hizo ante el Levante UD, el que también había sido su primer encuentro como titular en Liga BBVA con el Barça. No se le vio mucho durante los 90 minutos que estuvo sobre el terreno de juego sustituyendo en este caso a Luis Suárez.