La jornada 16 de la Serie A estuvo marcada por los hechos ocurridos durante el compromiso entre Lecce y Lazio. Tanto Samuel Umititi como Lameck Banda fueron víctimas de insultos racistas por parte de un grupo de desadaptados que formaban parte de la grada de aficionados visitantes del conjunto capitalino, lo que causó la suspensión momentánea del partido.

A pesar de ello, las acciones se reanudaron por pedido del propio zaguero galo y los locales lograron sellar la remontada (2-1), extendiendo a cuatro la racha de partidos sin conocer la derrota. Sin embargo, Gianni Infantino, presidente de la FIFA, ha alzado la voz respecto a la desagradable situación que se produjo en el Stadio Via del Mare.

El mandatario pidió a los aficionados que "callen a todos los racistas" y mostró su apoyo a los futbolistas en redes sociales. "Solidaridad con Samuel Umtiti y Lameck Banda. Gritemos fuerte y claro: no al racismo. Que la gran mayoría de los aficionados, que son buena gente, se pongan de pie para callar a todos los racistas de una vez por todas", sentenció.

Apoyo de la grada

Si bien los insultos se originaron de una minoría, la gran cantidad de aficionados que acudieron al partido corearon el nombre del central (¡Umtiti, Umtiti, Umtiti!) para ahogar los abusos raciales y demostrar su apoyo incondicional con los jugadores. De hecho, mientras el encuentro estuvo detenido, el audio del estadio hizo un anuncio exigiendo que los insultos se detuvieran. Por su parte, el propio 'Big Sam' publicó un mensaje en su perfil de 'Instagram': "Solo fútbol, diversión y alegría. El resto no cuenta".