El comprometido central catalán del FC Barcelona, Gerard Piqué, prefirió viajar este junto al resto de sus compañeros y formar parte de la expedición del Barça rumbo a la Coruña, con el objetivo de animar al equipo y hacer piña a pesar de no poder disputar el encuentro, al estar sancionado por acumulación de tarjetas después de la amarilla que recibió contra el Valencia en el Camp Nou.

El caso es que Gerard Piqué se está convirtiendo en un capitán más para el Barça durante estas últimas semanas, tanto con sus muestras de apoyo públicas al equipo cada vez que le toca hablar con la prensa como por los ánimos que transmite sobre el césped, siempre optimista y asegurando que "el Barça ganará la Liga esta temporada".

Son miles las críticas, insultos y burlas las que ha recibido el central culé a través de las redes sociales durante los últimos días, aprovechándose la afición del Real Madrid de que el FC Barcelona ha perdido toda su ventaja en la lucha por el título de Liga, a pesar de que sigue siendo el primer clasificado en la tabla y el equipo merengue continúa tercero, prácticamente desde que empezó el campeonato.

El hecho de que Gerard Piqué haya sido el jugador del Barça que más ha intentado levantar el ánimo de la afición y de sus compañeros con palabras constantes de aliento, además, le ha colocado como símbolo actual del barcelonismo. Pero, pese a las mofas que pueda seguir recibiendo a lo largo de los próxomos días, una cosa está clara: quien ríe último ríe mejor... Y esta Liga aún no ha terminado para el Barça, ni mucho menos.