El mercado de fichajes del verano de 2020 será clave para el FC Barcelona, que se ha visto forzado a activar negociaciones. La crisis del coronavirus obligó a moverse mucho y bien durante la fase de confinamiento, y a aprovechar los últimos meses para encarrilar varias operaciones. El objetivo es perfilar una complicada reforma de la plantilla para que la mayoría de acuerdos estén definidos en cuanto se abra la ventana estival.

En un artículo en el diario 'Sport', Jordi Cruyff ha reflexionado sobre las dificultades que presenta la situación actual, y sobre el impacto que puede tener en el vestuario. El hoy seleccionador de Ecuador ha hablado sobre la complicada valoración de los méritos de los profesionales, y sobre los riesgos que se corren en una temporada con un calendario más comprimido. Ahora hay varios aspectos decisivos que se superponen.

El ex jugador avisa del peligro de que media plantilla sea transferible, lo que puede afectar gravemente en términos de motivación. En su escrito señala que los habituales rumores veraniegos se han extendido a un periodo muy caliente del curso, y que en especial, en el Camp Nou sólo Leo Messi, Marc-André ter Stegen, Frenkie de Jong y quiza Sergio Busquets parecen tener su futuro asegurado. El resto está en el aire.

Al hispano-neerlandés le preocupa que en plena lucha por los títulos, los futbolistas que saben que no seguirán puedan sufrir un bajón, algo que considera natural dada la presión a la que se verán sometidos. Aunque que su primera reacción puede ser rebelarse contra las críticas y especulaciones, también considera que es probable que en algunos encuentros no puedan estar al máximo porque estarán tocados anímicamente.

En este sentido, el ex del Maccabi insta al Barça a manejar estos casos con discreción y a equilibrar las necesidades económicas y deportivas. Aunque el golpe a los presupuestos ha aumentado las prisas de la directiva, considera que sigue siendo necesario apostar por el fútbol, y que el club no debe regirse sólo por su obligación de cuadrar balances. Es un aspecto esencial, pero también hay que pensar a largo plazo.

Cruyff no entiende el intercambio Arthur-Pjanic

Para ejemplificar este último punto, Cruyff ha señalado al trueque Arthur-Miralem Pjanic, una operación que no le convence para nada. Pese a destacar la calidad del bosnio, afirma que el brasileño es un jugador joven, con 'ADN Barça' y con margen de mejora. De nuevo, insiste en la obligación de contactar al comprador, al vendedor y a los cracks, pero recalca que si una estrella barcelonista observa que su posible sustituto no es mejor que ella, podría desmoralizarse. Como remedio, propone apurar más hacia el verano para esquivar los intercambios innecesarios.