50 puntos y una defensa de récord. Así es como ha cerrado el FC Barcelona la primera vuelta de LaLiga tras derrotar al Betis este miércoles en el Benito Villamarín (1-2). El gol en propia de Jules Koundé fue lo único que permitió que el equipo culé no se anotara otra portería a cero, aunque esos 7 goles encajados en 19 partidos es una cifra a la que muy pocos clubes pueden tener alcance.

De hecho, el propio club azulgrana confirmó en sus plataformas que nunca antes el Barça había jugado media Liga habiendo encajado sólo siete goles. En este sentido, el mejor registro hasta ahora databa de la temporada 1986/87, cuando el Barça llegó a la mitad de la competición habiendo encajado ocho. En esa temporada, Terry Venables era el entrenador y Andoni Zubizarreta el portero titular. 

Precisamente el guardameta vasco ha visto como su registro es roto 36 años después por un Marc-André ter Stegen que simplemente parece insuperable. Después de un par de temporadas de altos y bajos ha recuperado su mejor versión y se encamina seriamente a conseguir su primer Zamora desde que llegó a LaLiga procedente del fútbol de su país. 

A pesar de que los culés no pudieron igualar el mejor precedente del fútbol español, del Deportivo de la Coruña de la temporada 1993/94 con sólo seis goles en contra en toda la primera vuelta, la realidad es que proyecta una temporada de auténtico récord. Todo eso si le sumamos el contexto que de esos 7 goles, uno ha sido en contra y otros tres fueron en un mismo partido (Clásico), cobra aún más valor. 

Una competencia complicada

Si miramos las principales ligas de Europa, en las últimas dos décadas en la Premier League el Chelsea de José Mourinho de la 04-05 terminó con 15 goles encajados en las 38 jornadas. Aquel equipo del portugués tenía en común con los culés que lucia una defensa con auténticos 'bichos' como John Terry, Ricardo Carvalho o William Gallas. 

Probablemente este también sea una virtud del Barça, que más allá del gran trabajo del cuerpo técnico, la realidad es que jugadores como Araújo y Christensen parecen insuperables desde lo físico y desde su rendimiento. Si a esto le sumamos un Koundé que es un lateral derecho con la seguridad de un central y un Balde que ha decidido que su primera temporada en el primer equipo sea de antología, el Barça puede seguir cosechando porterías a cero.