El FC Barcelona superó este fin de semana una jornada más en LaLiga, en un duelo contra el Girona en el que presentó algunas rotaciones y que se acabó complicando demasiado. Pese a la ventaja inicial de los locales en el Camp Nou, fueron los visitantes los que voltearon el marcador, y finalmente llegó un empate culé que resultó satisfactorio dadas las circunstancias a las que hubo que enfrentarse.

La expulsión de Clément Lenglet impidió que se pudieran sacar demasiadas conclusiones de la participación de los recién llegados, aunque lo cierto es que el francés, Arthur y Arturo Vidal estaban progresando sin demasiados problemas hasta la roja que cambió el partido. Después, hubo que remar contracorriente, y todos ellos acabaron fuera del terreno de juego.

Entre las valoraciones correspondientes al brasileño, cabe destacar que realizó su habitual papel en la medular, manteniendo el ritmo y siendo un canalizador del juego de los azulgrana, algo que funcionó mientras había igualdad numérica pero que frenó demasiado los intentos de remontada en el segundo tiempo.

Y es que cuando hay que 'dormir' los encuentros, el de Goiania es un verdadero experto, pero le está costando algo más cuando hay que acelerar. El joven se ha acostumbrado a mantener su efectividad y centrarse en atinar con los pases, pero además de apostar por esta opción, debe subir bastante más las revoluciones.

En un compromiso que poco a poco se fue poniendo en contra, algunos echaron de menos que Arthur pusiera algo más de riesgo en su actuación, un detalle que acabaría por convertirle en un jugador mucho más completo. Es cierto que tiene 22 años y mucho margen de mejora, pero este es un aspecto que todavía debe trabajar.

Arthur debe fijarse en Xavi Hernández

Como no es un futbolista tan eléctrico como Philippe Coutinho ni tiene el desborde que podía aportar Andrés Iniesta, Arthur puede tomar a Xavi Hernández como ejemplo. Sus características y su estilo son muy similares, aunque hay ciertos detalles que una estrella como el catalán manejaba con más garantías que el nuevo aspirante a comandar el centro del campo.

Además de saber leer el juego como nadie, el de Terrassa era atrevido a la hora de romper líneas rivales con pases más arriesgados o con incorporaciones al ataque, algo que el brasileño debe ir añadiendo a su repertorio. Más allá de asegurar en sus envíos, hay momentos en los que debe mirar hacia adelante y moverse, y sobre todo pensar, con mucha más velocidad. Poco a poco se irá acostumbrando.