Desde que llegó procedente del Valencia, a André Gomes no han hecho más que abrirle puertas, aunque todas se han ido cerrando menos una, la de salida. El portugués tuvo su enésima oportunidad contra el Atlético de Madrid y como en todas las anteriores acabó desesperando a una afición que no entendía como Ernesto Valverde podía dejarle sobre el campo.

Aunque fue el propio futbolista el que se negó a escuchar ofertas el pasado verano, convencido de triunfar en el Barça, el mercado de invierno aparece como una buena oportunidad para encontrar los minutos que no le está dando el técnico -a excepción del Metropolitano- y un arreglo económico para los azulgrana, que pagaron cerca de 35 millones por su fichaje.

En la cola para hacerse por sus servicios se ha vuelto a poner la Juventus, con la necesidad de dar un golpe de timón tras un mal inicio en la Serie A y las continuas lesiones de algunas de las piezas más importantes en su once. La 'Vecchia Signora' sigue los pasos del luso desde que llegó a Mestalla, aunque de momento sus intenciones con el hoy jugador culé no han llegado a más.

Un problema económico

El italiano es el último conjunto en preguntar por André Gomes, ya que el Tottenham también estaría planteándose una llegada en el mercado invernal. A pesar de todo, no sería una operación sencilla para el Barça, que ha puesto en la vitrina al centrocampista con la intención de recuperar parte de su inversión.

El problema principal es que tanto la escuadra de Allegri como la de Pochettino tienen en su mente un traspaso a la baja o una cesión con opción de compra, algo que fue una solución en el pasado mes de agosto pero que los catalanes preferirían evitar. Por un futbolista que apenas cuenta con 24 y aún conserva algo de cartel en Europa, depende de qué cantidades serían consideradas como un fracaso, algo que no se quiere admitir.