Robert Lewandowski volvió a jugar en LaLiga tras cumplir sus tres partidos de sanción. Justo antes de partir hacia el Mundial de Qatar el delantero del FC Barcelona vio una doble amarilla en el campo del Osasuna y un gesto con su mano en la nariz le terminó costando un castigo adicional de dos jornadas, todo gracias al acta arbitral del principal de aquel día.

El colegiado Gil Manzano explicó al Comité de Competición que el polaco "una vez expulsado y, cuando se dirigía hacia la salida del campo, el jugador realizó dos veces un gesto de desaprobación de la decisión arbitral, consistente en llevarse el dedo a la nariz y apuntando después con el pulgar hacia el árbitro". Aquel texto terminó dejando al Barça sin su delantero durante tres partidos.

Aunque después de la Copa del Mundo el futbolista pudo ver minutos ante el Espanyol, finalmente Lewandowski se quedó fuera ante el Atlético de Madrid, Getafe y Girona. Una vez superada aquella polémica sanción, el delantero se reencontró con el gol ante el Betis para sumar su decimocuarto tanto en el campeonato, consolidándose como máximo goleador de LaLiga. 

La ausencia de Lewandowski fue un contratiempo para el Barça, pero los azulgrana han podido seguir acumulando victorias para continuar como líderes. El delantero tenía ganas de volver a vestirse de corto en LaLiga y celebró por todo lo alto su gol en el Benito Villamarín, dejando una imagen curiosa que pasó inadvertida durante la retransmisión televisiva. 

No podrán castigarlo

Lewandowski festejó con el resto del equipo y al final de la celebración se tocó la nariz, un gesto que le causó esos dos partidos extras de sanción. Lewandowski no hizo ninguna valoración sobre su celebración, pero seguro que su toque en la nariz no pasó desapercibido, aunque no tendría riesgo de volver a cumplir algún castigo.