Este martes, medio mundo estaba pendiente del Wanda Metropolitano, porque allí regresaba Leo Messi con la selección de Argentina. Las conclusiones del amistoso contra de preparación de la Copa América fueron que por el '10' no ha pasado el tiempo pero tampoco por sus compañeros, ya que el de Rosario lideró sobre el terreno de juego y faltaron luces a nivel colectivo. Venezuela se aprendió bien su guion de defender y contragolpear y sus armas le bastaron para rematar un 1-3.

En el FC Barcelona existe cierta intranquilidad respecto al estado de su gran estrella, tanto a nivel físico como a nivel mental. No son pocos los que tienen en cuenta que el crack suele volver 'tocado' de las citas con su combinado nacional, y salvo contadas excepciones, pasa algunas semanas sin ser el mismo. Más desconectado, más ausente, menos imperial. El futbolista que vuelve no es tan excelso como el que se va.

Entre las cuestiones positivas, hay que agarrarse a que el atacante ha llevado con seriedad y madurez esta atípica separación de la 'albiceleste', y que, por mencionar un factor clave, esta vez el desplazamiento sólo ha sido a Madrid. Además de los minutos de juego, a menudo preocupan las giras o los viajes que afrontan los jugadores sudamericanos, que, obviamente, acumulan más desgaste que los europeos cada vez que tienen que recorrer medio mundo en avión.

Precisamente, los minutos sí forman parte del análisis negativo, porque Messi disputó los 90 y tantos pese a ser un compromiso en el que no se jugaba nada aparte del honor. Esto no sería tan grave si no hubiera tenido molestias a lo largo de la semana, pese a que Lionel Scaloni aclarara en rueda de prensa que no arriesgaría con nadie que pudiera jugarse una inoportuna lesión.

Ahora sólo queda esperar y confiar que sus dolores en el pubis se queden en un susto, y que sirva el descanso que tendrá tras ahorrarse otra cita en Tánger en la que no hay puntos ni premio más allá de la esperanza para la Copa América. Si fuera por los azulgrana, haría ya un tiempo que Leo Messi hubiera dicho adiós a la selección, pero solamente queda animarle, apoyarle y arroparle para que vuelva en el mejor estado posible sea cual sea su decisión.

El Barça necesita la mejor versión de Messi para optar al triplete

El barcelonismo está especialmente sensible con Messi porque el Barça tiene el triplete a tiro, y de su calidad pueden depender sus opciones de títulos. LaLiga está encarrilada pero queda rematarla, en la Champions hay cinco finales pendientes y otra en la Copa del Rey, y todo, absolutamente, será más sencillo si el rosarino está sano y motivado. Habrá que estar a su lado más que nunca, para que los golpes con la selección se transformen en alegría cuando vuelva a pisar el Camp Nou.