El partido de Leo Messi ante la Juventus se lo hemos visto muchas veces. Parece que no está o participa menos que otros compañeros... pero cuando coge el balón cerca del área transmite una sensación de peligro constante. El público empieza a levantarse de sus asientos y los defensas echan a temblar.

El argentino terminó con un doblete ante el equipo italiano, acabando con la maldición de no haberle marcado a Buffon y siendo nombrado MVP.  Pero pudo haber firmado un hat-trick porque estrelló un balón al palo con un zurdazo al que no llegó el guardameta de la Juventus y que, de hecho, le rebotó en la espalda y pudo haber entrado... pero se fue a fuera.

Messi está en un momento de dulce. Lleva siete goles este curso y ya ha mandado el balón a la madera hasta en seis ocasiones. Los palos se están topando con el argentino, que de lo contrario ya habría aumentado su registro goleador. Qué tipo.

Una lástima

Hubiera sido, sin duda, un gol para cerrar una actuación memorable -que igualmente lo ha sido-. Messi comienza fuerte la competición y manda un aviso a toda Europa: tiene hambre y quiere volver a conquistar la Champions. La Juventus lo ha sufrido hoy en sus carnes.