Qué suerte tiene el barcelonismo con Leo Messi. El mejor futbolista del mundo y de todos los tiempos sigue cuajando exhibiciones casi por cada partido que disputa, y frente al Eibar no iba a ser una excepción. El crack argentino asumió el brazalete de capitán dejado por un Iniesta que estaba en el banquillo, y firmó un primer tiempo ante el conjunto armero de auténtico diez, como el dorsal que lleva merecidísimamente a su espalda.

Primero, inició el encuentro pasándoselo en grande dando pases a sus dos compañeros de ataque Luis Suárez y Munir el Haddadi. Para el primero se inventó un pase a la espalda de la defensa rival espectacular. Un balón que dejó al goleador charrúa sólo en línea de fondo para que, tras controlar, le diese una asistencia de luja a Munir el Haddadi, que volvía a marcar en Liga BBVA.

Pero lo mejor se lo guardó para poco antes de que acabasen los primeros 45 minutos. El mago rosarino recibió pasado el círculo central e inició una carrera increíble. Se fue de cinco defensores y, en la frontal de la portería de Asier Riesgo, acabó batiendo al guardameta vasco con un tiro imparable y que, prácticamente, sentenciaba un partido donde desde el principio los culés fueron superiores.

Y el capitán azulgrana (este domingo con la camiseta de la senyera) lo celebró con los brazos extendido y una cara de felicidad. El primero al que se abrazó fue a Munir, que le acompañó en la jugada y se llevó un par de defensores con su presencia en ataque. Después llegaron los Suárez, Arda, Rakitic y compañía para abrazarse con el genio que acababa de inventar, por enésima vez, un gol maravilloso. Y son 34 los que llevar el atacante este temporada, veinte en Liga.