El mejor jugador del mundo, Leo Messi, fue sustituido a falta de media hora para el final del partido contra Osasuna, con un "doblete" bajo el brazo y los deberes hechos, para obtener de esta manera minutos de descanso de cara a los compromisos que tiene por delante el FC Barcelona en Liga Santander 2016-17, empezando por el del próximo sábado en Cornellá contra el RCD Espanyol.

Lejos de tomarse mal el cambio, a Leo Messi se le vio especialmente sonriente en el banquillo azulgrana, donde estuvo acompañado de Jordi Alba, Sergi Roberto, Andrés Iniesta y su gran amigo Luis Suárez, entre otros.

Buen ambiente en el vestuario del Barça

Las cámaras de retransmisión de LaLiga captaron, incluso, cómo el astro argentino del FC Barcelona bromeó con Luis Enrique, Juan Carlos Unzué y uno de los asistentes justo después del gol de Javier Mascherano de penalti. "¿Lo ha metido no? Pues ya está", dijo Luis Enrique finalmente con una sonrisa, lo que da a entender que Messi quizá especuló con un posible fallo de "Masche".

La cuestión es que la relación entre Luis Enrique y Messi, así como de todos los jugadores y cuerpo técnico en el vestuario azulgrana, es inmejorable. Y no hay nada mejor que la comunión de todos para intentar lograr un "doblete" que sería un gran botín al término de la presente temporada. En Liga Santander 2016-17, por desgracia, los culés siguen dependiendo de una derrota del Real Madrid.