La temperatura ambiente no llegaba a los cinco grados centígrados este sábado al mediodía en el Camp Nou, justo cuando el balón echó a rodar en el partido correspondiente a la decimocuarta jornada de LaLiga Santander 2017-18, entre FC Barcelona y Celta de Vigo.

A pesar del frío, sin embargo, Leo Messi se mostró desde el principio tan eléctrico como siempre. En el minuto 5 de partido, el '10' protagonizó una conducción vertiginosa desde su propio campo hasta las inmediaciones del área de Rubén Blanco, que por poco no estuvo a punto de terminar en una ocasión clara de gol para el FC Barcelona.

Leo Messi tiró un caño a Sergi Gómez cerca del área de Ter Stegen, cuando el jugador del Celta acudió a arrebatarle el balón. Inmediatamente después, empezó a correr con el balón en los pies y adquirió una punta de velocidad superior a la del resto de jugadores del Celta de Vigo sin balón.

En cualquier caso, cuatro jugadores del Celta le rodearon e impidieron que el argentino pudiese finalizar como es debido, pero 'La Pulga' llegó incluso a disparar hacia la portería de Rubén Blanco, después de varias fintas con el cuerpo y de llegar algo fatigado después de la vertiginosa conducción. La jugada levantó de sus asientos a los aficionados del Camp Nou y desató los primeros aplausos y gritos de "Messi, Messi".

Un Celta competitivo en el Camp Nou

Como es natural, el FC Barcelona se valió de la calidad del mejor jugador del mundo para acercarse al área del Celta y crear algo de peligro durante los primeros minutos de partido, aunque el conjunto gallego llegó a arrebatar durante algunos minutos la posesión del balón a los culés. Los celestes, con Juan Carlos Unzué y Robert Moreno en el banquillo, conocen a la perfección las potencialidades del Barça.