La ausencia de Andrés Iniesta en el once titular del FC Barcelona contra el Real Madrid, confeccionado por Luis Enrique pensando en proteger al manchego de la alta intensidad inicial, propición que Leo Messi se estrenara en un Clásico de LaLiga como capitán del FC Barcelona, luciendo un brazalete que se espera que porte durante muchas temporadas cuando Iniesta se retire.

El astro argentino estaba más motivado que nunca para afrontar el primer Clásico de Liga Santander 2016-17 contra el Real Madrid, tanto para contribuir a que el Barça mejorase su situación en la clasificación como para, en el aspecto individual, realizar un partido brillante que pudiese asombrar a los aficionados de todo el mundo.

La presencia de Andrés Iniesta en el banquillo del Barça, paralelamente, propició que Luis Enrique tuviera que dejar fuera de la convocatoria a uno de sus jugadores "predilectos" en la plantilla azulgrana, Rafinha Alcántara. El hispano-brasileño, uno de los máximos realizadores del FC Barcelona esta temporada por detrás de la "MSN", tuvo que ceder el puesto al jefe de la sala de máquinas culé.

Pero, volviendo a Leo Messi, seguro que "La Pulga" tuvo una motivación especial por el hecho de ser capitán por primera vez en un Clásico ante el Real Madrid, uno de los equipos a los que más goles ha marcado a lo largo de su carrera futbolística. Una muestra de compromiso más, sin lugar a dudas, de que la renovación de Messi con el Barça es inminente.