La influencia de Leo Messi dentro de los terrenos de juego le ha llevado a ser uno de los mejores futbolistas de la historia, pero también le ha confirmado como un reclamo publicitario de alcance mundial. Las marcas que colaboran con el argentino saben que tienen un potentísimo imán mediático, y una buena prueba es su última campaña.

Tras compartirla en las redes sociales, el de Rosario la ha convertido en todo un éxito. En apenas un día, su vídeo ya pasaba de cinco millones de reproducciones, con cerca de dos millones de 'likes' y decenas de miles de comentarios. En él, el '10' ha exhibido las cualidades de sus nuevas armas, con un toque de humor y algunos protagonistas conocidos.

Leo Messi dirige su propio anuncio

El comercial empieza con una breve introducción, tras la que el jugador aparece saltando a la comba. Haciendo a la vez de protagonista y narrador, Leo va pidiendo cambios en las imágenes, en la que se intercalan plano de sus botas con espectaculares filigranas con el balón.

Tras regatear varios conos, Messi pide más rivales, y entre ellos aparece... ¡su propio perro! Otro de los colaboradores célebres del anuncio es Luis Suárez, también mareado con los continuos recortes de su compañero. El fragmento ya es divertido por si mismo, pero parece que todo lo que toca el crack se convierte en oro. No hay mejor prueba que comprobarlo de primera mano:

El Manchester City también bromea con Messi

Los que también se han servido de la imagen de Leo Messi son los encargados de las redes sociales del Manchester City, que han aprovechado la estancia del '10' en el Etihad Stadium para bromear con su fichaje. La estrella de la selección de Argentina disputará un amistoso el viernes contra Italia, y le han lanzado un pequeño guiño.

"Qué, Leo, ¿te gusta Manchester?", han compartido, junto a, precisamente, un guiño que indicaba un posible intento de seducción del conjunto británico. Aunque el argentino no ha respondido a tal proposición, sí lo han hecho los aficionados, que han seguido el cachondeo explicando que no se adaptaría al clima o a la comida.