Leo Messi, considerado el mejor jugador del planeta desde hace más de una década, está pasando actualmente por horas bajas después de la lesión que sufrió a principios de este mes de febrero en el partido de LaLiga Santander contra el Valencia disputado en el Camp Nou. Un golpe en el muslo en una acción con Lato hizo que el argentino se resintiera.

Por ello, desde entonces, el nivel mostrado por el capitán azulgrana está bastante por debajo del que venía mostrando durante el resto de campaña. Al argentino se le ve menos eléctrico y más errático en todas las acciones que intenta, como si el golpe que se llevó en ese partido todavía le ocasionara molestias.

En una situación muy distinta se encuentra envuelto Kylian Mbappé, que en verano lideró la selección francesa en el Mundial del cual salió campeón con los 'bleus' y que ahora, con Neymar lesionado, se ha convertido en el buque insignia del Paris Saint-Germain. El galo muestra un nivel extraordinario y en su país no dudan en reconocerlo. 

Marcelo Antonio, defensa del Olympique de Lyon, se ha medido esta temporada tanto al argentino como al francés. En unas recientes declaraciones a Goal, aseguró que Mbappé le dio más problemas: "Jugando contra Mbappe esta temporada me dio mucho trabajo. Messi no jugó muy bien, pero Mbappé, por la velocidad, el posicionamiento en el campo y el enfrentamiento directo con él, fue el más difícil".

El defensa del conjunto lionés cree que, en poco tiempo, Mbappé puede convertirse en el mejor futbolista del mundo. "Creo que hay una gran posibilidad de que pronto se convierta en el mejor del mundo. Hay algunos puntos que necesita mejorar para ser comparado con Messi y Cristiano Ronaldo, pero está evolucionando muy rápido", sentenció.

El Barcelona debe estar atento a su situación

Que Kylian Mbappé acabe siendo el mejor jugador del mundo es simplemente cuestión de tiempo. El delantero francés es probablemente un futuro Balón de Oro y, dado que el FC Barcelona necesita a un delantero, debería estar atento a la situación del francés. La inversión que habría que hacer se prevé histórica, pero el jugador acabará siendo dueño de su futuro.