Por si alguien lo dudaba, ha vuelto a quedar demostrado que Leo Messi es el mejor creador de juego del mundo, mientras que Cristiano Ronaldo es un mero goleador cuya máxima aspiración desde hace años es marcar goles y ver puerta en todos los partidos que pueda, pero principalmente contra rivales humildes contra los que pueda sobresalir en Liga, Champions y Copa.

El portugués ni siquiera aparecía en el ranking de los mejores creadores de juego del mundo, mientras que -paradójicamente- este año ha ganado el Balón de Oro 2016 y el Globe Soccer Award "salvado" por los títulos colectivos del Real Madrid y Portugal.

Teóricamente su máximo cometido es el gol, pero no ganó la Bota de Oro este año 2016 -se la llevó Luis Suárez- y, para colmo, Leo Messi ha terminado 2016 como el máximo goleador y asistente del planeta, en unas estadísticas que vuelven a dejar a Cristiano Ronaldo por debajo del argentino.

El mismo jugador luso es ya consciente de que será muy difícil que su suerte se repita en próximas ediciones del Balón de Oro, mientras Leo Messi continuará maravillando sobre el césped, a sus 29 años, con el objetivo de dotar al FC Barcelona de más títulos e, indirectamente, seguir mejorando también sus registros personales.

Leo Messi, destinado a una transformación de juego

Y, cuando pase el tiempo y Leo Messi pierda esos chispeantes cambios de ritmo que le caracterizan -si es que sucede-, podrá retroceder su posición hasta el centro del campo para ejercer de distribuidor y organizador de juego, teniendo además mucha llegada al área contraria. Cuando Cristiano Ronaldo deje de marcar goles con frecuencia, sin embargo, lo tendrá difícil para ser útil en cualquier otra faceta del juego.