Messi se estrelló contra el Atlético: El '10' terminó con 23 pérdidas

Leo Messi completó en el Wanda Metropolitano uno de sus peores partidos de lo que va de temporada. El argentino no tuvo su noche y pasó sin pena ni gloria por Madrid en un duelo en el que todo el FC Barcelona​ decepcionó. El problema es que hace no tanto, el '10' era la luz que alumbraba el camino de su equipo en los días más oscuros. Ahora, el '10' no es más que un jugador más en los malos días del Barça.

Es difícil hablar mal de un jugador que ha dado tantas alegrías al conjunto azulgrana, de alguien que ha hecho historia y que se ha convertido en el mejor jugador de la historia del club. Pero después de actuaciones como la que hizo este sábado ante el Atlético, no hay más remedio que hacerlo. El rosarino estuvo horrible en todos los sentidos y acabó con ni más ni menos que 23 pérdidas en total.

Leo estuvo impreciso con el balón tanto en el pase como en el regate, algo en lo que hasta ahora era el maestro de maestros. De hecho, tan solo dio 36 pases buenos, una cifra que teniendo en cuenta los balones que perdió resulta ser insuficiente. La defensa rojiblanca le ganó la partida en todo momento y le arrebató el esférico casi siempre que el delantero se acercó a posiciones de peligro.

Una de las pocas veces que no la perdió fue en la ocasión más clara del Barcelona en el choque. Un centro suyo espectacular con la pierna derecha fue a parar a la cabeza de Clément Lenglet, que perdonó el empate cuando tenía todo a favor. Esa fue seguramente la única contribución del atacante a su equipo, ya que en la ocasión más clara que tuvo terminó tirando con potencia, pero sin precisión, a las manos de Jan Oblak.

El fútbol y la actitud de Messi, a debate

Pero lo pero de este Messi no es que falle o que pierda pelotas que antes no perdía, es su actitud a la hora de hacerlo. Los blaugrana cayó en el Wanda y dio la impresión de que a su capitán no le dolió menos que pinchar en Mendizorroza o Getafe. Leo se ha acostumbrado a perder y a no rendir a la altura del escudo que viste, algo tremendamente preocupante de cara al futuro del club y del jugador en la entidad.

En ocasiones, da la impresión que el '10' ha pasado página y que ya está pensando en la campaña que viene. No hay que olvidar que termina contrato en 2021 y que en enero podría negociar con cualquier equipo para irse gratis en verano. Solo él sabe qué le pasa y qué quiere hacer con su futuro, pero la realidad a día de hoy es que su actitud y su fútbol están dejando mucho que desear. El Barça necesita su mejor versión urgentemente y depende de él mostrarla o seguir naufragando en el campo.