Si en los últimos mercados de fichajes el FC Barcelona estaba siendo protagonista por sus problemas a la hora de cerrar sus objetivos, parece que ahora la tendencia ha girado hacia sembrar las dudas en las estrellas del conjunto azulgrana. Este año está siendo Neymar, pero el pasado pudo ser Leo Messi, que agobiado por sus problemas con Hacienda llegó a plantearse su marcha del Camp Nou.

Y según afirma 'TV3' en su documental 'Jocs Fiscals', la idea estuvo más cerca de convertirse en una realidad de lo que en principio se pudo pensar. El 6 de julio de 2016 fue su padre quien llamó por teléfono al Ferran Soriano, directivo del Manchester City, para comunicar que el de Rosario quería abandonar la Ciudad Condal, y pocos días más tarde, era Pep Guardiola quien recibía una llamada para concertar una reunión con el crack.

El de Santpedor no dudó en acudir a la llamada del argentino, con el que guarda una buena relación pese a su distanciamiento en su etapa final en el Barça. En su encuentro, el delantero explicó que se sentía atrapado por los problemas con Hacienda, que amenazaban con llevarle a prisión tras ser condenado a 21 meses por tres delitos fiscales.

La decisión de Leo Messi era reunirse con el catalán en el Manchester City y alejarse de los problemas que le perseguían en Barcelona, aunque fue otra reunión la que empezó a sellar su continuidad. Josep Maria Bartomeu, también alertado por el padre del '10', confirmó en varias ocasiones que el club no pensaba en dejarle marchar, y le señaló la importancia de su trayectoria como azulgrana.

Intervención del vestuario

La cuerda no se tensó hasta romperse, y es que después de muchos días de reflexión, Leo Messi decidió finalmente que su futuro seguiría en el Camp Nou. Como ya se ha intentado ahora con Neymar, hubo algunos miembros de la plantilla que tuvieron incidencia en sus pensamientos, entre ellos Luis Suárez, uno de los grandes artífices de la permanencia del rosarino. Ahora las aguas ya bajan más tranquilas, y es que el río se ha revuelto en relación al brasileño, que esta vez sí, podría dejar un agujero notable en el primer equipo del Barça.