No fue ni de lejos su mejor partido con el Barça y físicamente está lejos de estar a su mejor nivel, pero aún así Leo Messi fue el mejor de la victoria azulgrana contra el Inter de Milán. Luis Suárez fue el gran héroe y el salvador del Barcelona ante los interistas con su maravilloso doblete, pero el '10' fue quien llevó todo el peligro culé durante los 90 minutos de choque.

Si había alguna duda de cómo estaba el rosarino, las disipó todas ante los italianos este pasado miércoles. Messi la pidió, encaró siempre que pudo, intentó filtrar pases, buscó el gol... en resumen, demostró que ha dejado atrás sus problemas físicos y que vuelve a estar a pleno rendimiento. Porque el capitán es tan bueno que brilló estando muy lejos de su mejor nivel físico.

Dejó regates, caños y maniobras del genio que es, pero no fue hasta el tramo final de la segunda parte cuando se vio una jugada 'made in' Messi. El delantero la cogió en tres cuartos de campo, puso la moto, cambio de ritmo un par de veces y le regaló el gol a Luis Suárez, que con una maniobra buenísima se quedó solo ante Handanovic para definir.

Con ese jugadón, el '10' le gritó alto y claro a toda Europa que estaba de vuelta. Tras un inicio de campaña marcado por las lesiones, el encuentro de ayer sirve para demostrar que Leo por fin parece estar recuperado de sus problemas físicos. Fue el primer choque que completó este curso y ahora solo es cuestión de tiempo que alcance el tono físico necesario para marcar la diferencia.

Luis Suárez calló bocas

Hasta la increíble volea del empate a uno, Luis Suárez estaba siendo uno de los más flojos del Barça. El '9', ya sin un físico dominante, sufre cuando tiene pocos espacios y tiene que salir de su zona de acción para combinar. Fallón en la entrega, tapado por los centrales e inofensivo de cara a puerta, el charrúa no se encontraba. Pero, como de costumbre, encontró antes el gol que el juego.

La volea del 1-1 solo la podrían firmar él y dos o tres 'killers' en el mundo. Un golpeo marca de la casa que sería la antesala de otra maniobra de lujo para anotar el 2-1 y completar la remontada. El control orientado para dejar atrás a Godín fue tremendo y muy útil para poder definir después a placer ante Handanovic. Fallará pases, no le saldrán regates y estará desaparecido, pero a la hora de marcar goles Luis Suárez sigue siendo uno de los mejores del mundo.