Cierto es que Ousmane Dembélé costó 105 millones de euros más unos 40 'kilos' más en concepto de variables, y que todavía no ha demostrado sobre el terreno de juego por qué el FC Barcelona pagó semejante cantidad de dinero para hacerse con sus servicios. Pero, a pesar de que es posible que en la afición culé empiecen a existir dudas sobre su llegada, desde el vestuario culé lo tienen muy claro.

Y uno de los grandes estandartes del FC Barcelona, Leo Messi, sería el primero en creer en las posibilidades de Ousmane Dembélé, quien a sus 20 años posee un talento y potencial descomunal, que todavía no ha podido lucir vestido de azulgrana principalmente por culpa de las lesiones.

No ha tenido demasiada suerte el francés en sus primeros meses como culé, pero eso no quiere decir que, de cara al futuro inmediato, no empiece a demostrar con actuaciones sobresalientes por qué el FC Barcelona apostó por él como refuerzo ofensivo tras la marcha de Neymar Jr al Paris Saint-Germain durante el pasado mes de agosto.

Leo Messi, el mejor jugador del mundo, tiene claro al igual que uno de sus grandes amigos en el vestuario, Luis Suárez, que Dembélé es un futbolista altamente exprimible por el FC Barcelona, y que en el club azulgrana puede encontrar el lugar en el que triunfar a lo grande, a base de títulos colectivos y también de prestigio individual.

La presión, principal arma contra Dembélé

Los fundamentos los tiene, y la calidad también. Ahora, sólo hará falta que madure psicológica y físicamente para sacar a relucir su mejor juego y dejar atrás las lesiones que le han impedido tener continuidad. Basta con ver las reacciones de Messi y Suárez ante cualquier buena acción de Dembélé, siempre animándole, para darse cuenta de que los dos 'cracks' ofensivos del Barcelona confían en el francés. De cara a los próximos encuentros, el galo deberá devolver esta confianza en el apartado futbolístico. ¿Podrá con la presión?