No podía ser otro. Leo Messi volvió a ser el jugador más activo del FC Barcelona este jueves, en la primera mitad de la vuelta de semifinales de Copa del Rey contra el Valencia. Pero nada fácil lo tuvo el astro argentino para desbordar. El público de Mestalla jaleó a los valencianistas y éstos respondieron con duras entradas para intentar parar al genio rosarino del FC Barcelona.

Pasada la media hora de juego, Messi recibió un rodillazo brutal del portero del Valencia, Jaume Doménech, cuando éste salió a despejar un balón con los puños. El golpe fue fortuito, se presume, y por ese motivo el colegiado Undiano Mallenco decidió no señalar la pena máxima.

Sin embargo, apenas unos segundos después tampoco señaló, para la desesperación de Leo Messi, una falta clamorosa de Coquelin cuando le intentaba robar el balón. El centrocampista ché quitó la camiseta al jugador del Barcelona, y paradójicamente el juego siguió como si nada a pesar de la perplejidad y protestas de Leo Messi y otros jugadores culés.

Messi, un jugador de acero

En definitiva, demasiada permisividad con las entradas de los jugadores del Valencia para frenar la magia del mejor futbolista del planeta. Eso sí, minutos antes Rodrigo recibió una merecida tarjeta amarilla por una dura entrada contra Messi. El delantero local paetó la pierna del argentino y le derribó, y esta vez Undiano Mallenco sí decidió pitar la falta al borde del área y amonestar al infractor.

El aficionado del FC Barcelona, y del fútbol, puede dar gracias de que Leo Messi sea prácticamente de acero desde hace años. 'La Pulga' se ha curtido a palos, y prueba de ello es que apenas se inmutó físicamente tras los golpes que recibió en Mestalla... Sólo en la primera parte.