Señalar a alguien siempre es arriesgado, y todavía más cuando se tiene un historial polémico muy dilatado como en el caso de Sergio Ramos, el jugador más expulsado de la historia de LaLiga y protagonista de múltiples polémicas en los Clásicos, como cuando agredió a Leo Messi en 2010 con una dura entrada por detrás, fue expulsado y, de camino al vestuario, derribó a Carles Puyol y se quitó de encima a Xavi Hernández.

No, no puede decirse que Sergio Ramos sea la persona idónea para criticar a un futbolista del FC Barcelona, y mucho menos para asegurar que "presionó" al colegiado del encuentro disputado en el Camp Nou, Hernández Hernández, quien por cierto no tuvo su noche.

Porque, si Sergio Ramos critica que Leo Messi "presionó" según él al colegiado del encuentro, ¿qué hizo él con sus protestas cuando le tocó Hernández Hernández como colegiado, en partidos anteriores? El camero es un asiduo a la hora de protestar al árbitro prácticamente cada acción, y de hecho algunos usuarios en las redes sociales han recogido algunas imágenes en las que se puede ver invadiendo el espacio vital del colegiado en cuestión, e incluso encarándose, para pedir explicaciones.

¿Acaso eso no es presionar? A todo esto, partimos de la base de que las declaraciones que se le han impuesto a Leo Messi sobre lo sucedido en el túnel de vestuarios del Camp Nou con Hernández Hernández no está ni mucho menos contrastadas al cien por cien, dado que Mediapro es la única productora que tiene cámaras en esa zona, y asegura que no hay imágenes de lo sucedido.

Sergio Ramos traspasa la línea

Así pues, ¿cómo puede asegurar Ramos que Messi presionó al árbitro? Puede que viera al argentino protestar y charlar con el colegiado sobre algunas jugadas puntuales, algo que es habitual en muchísimos partidos con cualquier futbolista.

Pero el hecho de querer poner el foco sobre Leo Messi dice muy poco y mucho, a la vez, de un Sergio Ramos que, después de que el madridismo haya criticado tanta veces a Gerard Piqué por 'polémicas extradeportivas', ha querido añadir en esta ocasión también un punto de 'extradeportividad' con sus declaraciones. Nadie presiona a nadie, y todo el mundo presiona a todo el mundo. Así es el fútbol, sin más.