Aunque era algo que podía esperarse, la primera mitad del Atlético-Barcelona de este sábado en el Wanda Metropolitano fue una auténtica partida de ajedrez, en la que Leo Messi fue la única pieza dinámica que intentó cambios de ritmo para desequilibrar a la defensa 'colchonera' y acercar el 0-1 en el marcador para los culés, que jamás llegó a lo largo de los primeros 45 minutos.

Cierto es que Leo Messi no estuvo fino en los lanzamientos de falta y en el último pase, pero sí en la conducción y a la hora de arrancar con y sin el esférico para coger desprovista a la defensa rojiblanca. No le siguieron sus compañeros, que con el 4-4-2 de Ernesto Valverde se mostraron demasiado acomodados en la contención, arriesgando muy poco en ataque.

Eso propició que el Atlético de Madrid apenas pudiera sorprender al FC Barcelona ni orquestar ningún contragolpe, pero con la contrapartida de que el Barcelona tampoco fue capaz de acercarse con peligro a la portería de Jan Oblak, a excepción de un centro-chut de Sergi Roberto desde el interior del área tras una magnífica jugada ensayada de córner por parte de los de Valverde.

El 'Txingurri' configuró un plan para no arriesgar en ningún momento la posibilidad de llevarse algún punto del Wanda Metropolitano, y lo cierto es que le surtió efecto en el aspecto defensivo, dado que el Atlético no puso nervioso en ningún momento a Ter Stegen. A cambio, el FC Barcelona renunció a un potencial ofensivo que, a excepción de Luis Suárez y Leo Messi, se quedó en el banquillo.

Hombres como Dembélé, Malcom y Munir presenciaron toda la primera mitad en el banquillo, y vieron cómo únicamente Leo Messi era capaz de acumular a su alrededor a jugadores rivales, desequilibrarles y generar espacios que fuesen aprovechados para sus compañeros.

El FC Barcelona aprende: ninguna concesión en defensa

De poco le sirvió al FC Barcelona, al menos en la primera mitad, al no poder marcar el primer gol del compromiso. La partida de ajedrez parece que mantuvo contentos tanto al 'Cholo' como al 'Txingurri' al descanso. Ninguno de los dos se arriesgaría a perder un punto contra el que, por ahora, es su máximo rival en la lucha por el título de LaLiga Santander: una competición de fondo.