La polémica arbitral del Villarreal-FC Barcelona sacó de quicio a los jugadores de Luis Enrique. Después de que no les señalarán dos claros penaltis por manos de Bruno Soriano, los culés estallaron contra Iglesias Villanueva por medio de protestas que, más o menos, fueron comedidas. A excepción, claro, de las protagonizadas por Gerard Piqué y Luis Suárez.

El primero perdió los nervios con el árbitro y le lanzó una frase demoledora sobre el terreno de juego. El segundo, también con lso nervios a flor de piel, acabó insultándole después de no señalar las penas máximas.

Según "cazaron" las cámaras de "Movistar Plus", Suárez le dijo a Iglesias Villanueva que era un "cagón" por no atreverse a pitar uno de los dos penaltis que podrían haber dado el triunfo a los azulgranas.

Suárez ya se lo había dicho al linier

El nueve blaugrana no templó sus nervios durante el choque dado que, anteriormente, ya había utilizado la misma palabra hacia el linier al no señalar un saque de banda a su favor. También alzó la mano y contó con sus dedos el tiempo que perdía el portero del Villarreal Sergio Asenjo al sacar con la mano. Protestas todas ellas que, como quedó demostrado, no sirvieron de nada. Sólo para desesperar más a los propios jugadores de "Lucho".