Luis Enrique estaba claramente enfadado con lo que había visto en Balaídos en los primeros 45 minutos de juego. Por ello, en su charla más que centrarse en errores y cargar contra sus jugadores, prefirió darles las claves para conseguir una remontada que se antojaba francamente difícil. Y, la verdad, estuvo cerca de darse. Sin embargo el hándicap de ese tres a cero encajado en diez minutos (del 23 al 33) fue lo suficientemente duro para ellos. Desde el diario "MD" informaron que esto fue lo que el asturiano les pidió a sus muchachos.

Concentración e intensidad en todo momento

Luis Enrique vio que los goles llegaron por tres fallos puntuales de concentración. Dos de Sergio Busquets, que hizo autocrítica tras el partido, y otro de Arda Turan que estaba jugando un gran encuentro. Por ello el de Gijón les pidió a sus hombres más concentración e intensidad en las batallas individuales donde se deciden este tipo de partidos.

Sin jugársela en zonas de peligro

El entrenador pidió que sus muchachos no concediesen ni regalasen ocasiones en retaguardia o en el centro del campo que creasen contragolpes. Sin embargo, un error de Ter Stegen dentro del área acabó "matando" los atisbos de remontada.

Un gol en el primer cuarto de hora

Si querían remontar el partido, los azulgranas debía ver puerta antes del primer cuarto de hora, como así hicieron. Para ello dio entrada a Andrés Iniesta y libertad a un Gerard Piqué que hizo de líbero y se plantó en muchas ocasiones en el centro del área rival. El catalán, soberbio, anotó dos goles. El primero llegó en el minuto trece, seis después Neymar transformaba un penalti cometido sobre André Gomes que les hacía creer. Sin embargo, y con los catalanes mereciendo el empate, llegó el gol de Pablo Hernández en el 77' que hizo que de nada sirviese lo luchado hasta el momento.