Llegó al FC Barcelona con tan solo 22 años y la difícil misión de hacer olvidar a una referencia como Víctor Valdés, y algunos dudaron de si aquel joven alemán con una confianza excesiva era el adecuado para confiarle la portería del Camp Nou. Tres temporadas después, a Marc-André Ter Stegen no hay quien le discuta, y está en plena carrera para convertirse en el mejor guardameta del mundo.

Porque desde que aterrizó en la Ciudad Condal, el de Mönchengladbach no ha parado de mejorar, y ha pasado de ser señalado por su irregularidad a salvar a su equipo partido tras partido. La campaña 2017-18 está siendo la mejor de su vida, y por si no hubiera quedado claro, su recital frente al Athletic acabó de confirmar que, en estos momentos, es insuperable.

De hecho, hacía 22 temporadas que nadie lograba cerrar las 10 primeras jornadas de LaLiga con solamente 3 tantos encajados, desde que lo hiciera José Francisco Molina con el Atlético en la 1995-96, algo que ha logrado igualar el azulgrana y que pretende alargar durante algunas fechas más. Su ambición no tiene límites y de camino a los títulos pretende dejar algunas víctimas por el camino. El Barça cuenta con él.

Mejor... Que él mismo

Si algo se le podía reprochar a Ter Stegen desde su fichaje por el Barça, es que a pesar de sus grandes sensaciones, el cancerbero siempre acababa encajando al menos un tanto por partido. Este año ha logrado revertir la dinámica, y las porterías a cero no son algo extraño para él.

De los 15 encuentros que ha disputado hasta el momento, en 9 ha logrado marcharse en blanco, apuntándose máxima efectividad en más de la mitad (60%). En el único curso en el que estuvo cerca de lograrlo fue el de su estreno en la plantilla culé, en el que sólo participó en 21 compromisos y acabó limpio en 10, rozando el 50% (47%).