Le ha costado más de un mes, pero en la noche de este miércoles Javier Mascherano se ha quitado una espina con el FC Barcelona. En una campaña en la que el 'Jefecito' se está adaptando a un nuevo rol en la plantilla, todavía no se había estrenado en Champions, pero todo ha cambiado con la visita de Olympiacos al Camp Nou.

El de San Lorenzo tendrá que agradecer su oportunidad a Gerard Piqué, que le ha regalado 45 minutos y probablemente un partido más, el que deberá cumplir por sanción el catalán tras su doble amonestación contra los griegos. No se había ni llegado al descanso y el central ya había aparecido dos veces, las suficientes para recoger dos tarjetas y marcharse al vestuario con una actuación que deberá borrar pronto de su mente. Estaba demasiado impreciso en los últimos encuentros y esta vez lo ha pagado.

Pero como se suele decir, "esto es fútbol", y Mascherano ha saltado al campo para devolver el equilibrio a la defensa contra un tímido Olympiacos. Aunque ha intentado intimidar, al conjunto heleno le han faltado cualidades en el terreno de juego, y aunque se ha llevado un gol de la Ciudad Condal, apenas ha sufrido el Barça con inferioridad numérica.

Con el acierto justo ha aparecido el 'Jefecito', que ha vivido una noche sin exigencias en la que es su sexta participación del curso. Aunque ha visto reducidos drásticamente sus minutos con Valverde, ha entrado en casi la mitad de los compromisos de los azulgrana. Masche está preparado, y aún le queda mucho por recorrer.

Deulofeu, la cruz

Si Javier Mascherano ha sido una de las caras del Barça-Olympiacos, a Gerard Deulofeu le ha tocado la cruz. Después de varios partidos 'a la sombra', el canterano estaba disfrutando sobre el césped, en el que era uno de los mejores de la primera mitad. Pero no ha logrado salir indemne del descanso, en el que le ha tocado ser el sacrificado tras la expulsión de Gerard Piqué. Como al argentino, le llegarán más oportunidades al de Riudarenes, que ha demostrado que ha vuelto a su mejor nivel.