Tras un verano para olvidar, el Barça empezó a dar pasos hacia su recuperación deportiva y anímica con un triunfo en casa contra el Betis, y hubo varios jugadores señalados por su buen desempeño en el estreno liguero. A pesar de todo, entre los Deulofeu, Semedo o Sergi Roberto hubo algún perjudicado, y esta vez le tocó a Paco Alcácer.

Aunque la sacudida que Ernesto Valverde aplicó a la alineación azulgrana sirvió para liberar a Messi y destacó, entre otras, las virtudes de Sergi Roberto, el delantero fue uno de los grandes sacrificados del 4-2-3-1 del extremeño. Acostumbrado a jugar en punta, el valenciano demostró la temporada pasada que ocasionalmente puede cumplir más cerca de la banda, pero el pasado domingo se desesperó en un encuentro en el que nunca estuvo cómodo.

Su actuación quedó limitada a algunas faltas recibidas cuando bajaba a recibir de espaldas y algunas combinaciones prometedoras al borde del área, más cerca de su zona real de influencia. Pero mientras Deulofeu disfrutó por ambos costados y desniveló el marcador con sus asistencias, Alcácer no encontró su sitio, y perdió una buena oportunidad en su lucha por sustituir a Luis Suárez.

Buscando portería

En sus últimos minutos sobre el césped y sobre todo cuando el de Riudarenes dejó su puesto a Aleix Vidal, Paco Alcácer lo intentó echándose más al centro, liberando el carril para Jordi Alba e intentando aprovechar el peligro que encabezaba Leo Messi, bullicioso en su cruzada por encontrar portería.

Pero ni el argentino ni el valenciano lo lograron, y el de Torrent se marchó cabizbajo después de 82 minutos con más esfuerzo que goles, y con la sensación de que su primera oportunidad del curso se saldó con menos brillo del que debería. Con Suárez lesionado y los refuerzos sin llegar, cada partido es decisivo para Alcácer, pero de momento deberá esperar una semana más para demostrar que está preparado para triunfar en el Barça.