Riqui Puig está llamado a compartir el mediocampo del FC Barcelona junto a Frenkie de Jong y Arthur Melo algún día. El centrocampista de Matadepera es una de las grandes promesas de la Masia azulgrana y este curso va a seguir cociéndose a fuego lento en el filial. Desde el club hubieran preferido una cesión a un Primera, pero el futbolista se empeñó en seguir.

Se entrena habitualmente con el primer equipo y en pretemporada fue uno de los que más brilló en el Barça, pero su sitio esta temporada está en el B. De Jong, Busquets, Arthur, Rakitic, Arturo Vidal y Carles Aleñá le cierran el paso ahora mismo y es imposible que vaya a tener minutos este curso, más allá de la Copa del Rey.

Pero Riqui lo tiene muy claro y va a seguir dándolo todo en el filial hasta que pueda tener oportunidades con los mayores. Pero ya que se ha quedado, el club espera que de un salto más en su juego y evolucione. La Segunda B no es la mejor liga para los 'jugones', ya que suele permitirse más contacto y hay muchos veteranos que juegan muy duro. Este era el motivo por el que el Barça quería que saliese cedido.

Pero de un problema Riqui está haciendo una solución, ya que ha dado ese paso al frente y parece mejor futbolista que hace solo unos meses. Su calidad, visión de juego y desparpajo estaban fuera de toda duda, pero su físico y su capacidad para ser decisivo de cara a puerta sí podían mejorar. Físicamente aún sigue estando por debajo de lo que exige la élite, pero cada día es mejor jugador de cara a la portería rival.

Es más peligroso de cara a puerta

Esta campaña, el talentoso mediocampista lleva ya dos golazos contra el Atlétic Llevant y el Hércules, y cada vez tiene más descaro para pisar área contraria. El de Matadepera no tiene miedo a probarlo de lejos si no tiene posibilidad de continuar y ese lanzamiento a media o larga distancia podría convertirse en un arma muy interesante para él.

Si a todo lo que ya tiene, le añade unos ocho o diez goles por temporada, Riqui podría dar ese paso que le piden desde el club para llegar al Barcelona. No será esta temporada y podría no ser la que viene, pero si el catalán también empieza a meter goles es imposible que Valverde no le de más oportunidades cuando haya menos competencia en el centro del campo.