Hace apenas una semana los medios de comunicación españoles criticaban, siempre que tenían oportunidad, la falta incipiente de gol de un Luis Suárez que, primero por unos problemas de rodilla y después por la deriva psicológica de dichas molestias, no estaba consiguiendo ver portería con facilidad esta temporada 2017-18 con la camiseta azulgrana.

Con el paso de los últimos días, sin embargo, parece que la entrada de diciembre ha sentado muy bien a Luis Suárez. Llegó al Clásico habiendo marcado cuatro goles en los cuatro últimos encuentros que había disputado con la camiseta azulgrana, y certificó su gran estado de forma este sábado en el Clásico contra el Real Madrid.

Cuando llegó el minuto 54 de partido, Luis Suárez recibió en el interior del área un pase de la muerte medido de Sergi Roberto, en una grandísima jugada de contragolpe iniciada por Ivan Rakitic, desdoblada hacia Sergi Roberto y culminada por el goleador charrúa.

Gol de bella factura de un Barça que se valió del colectivo y de la pólvora de Luis Suárez para abrir el marcador contra el Real Madrid, apenas diez minutos antes de que, en otra jugada, Leo Messi se valiera de un penalti para duplicar la ventaja.

El gol de Messi, la consecuencia del gol de Suárez

En definitiva, el gol de Luis Suárez consiguió romper los planes del Real Madrid, dado que provocó que los blancos se fuesen más arriba y, en consecuencia, el FC Barcelona aprovechara mejor sus contragolpes para anotar el segundo gol. Fantástico el Barça, esperando primero y luego asestando los golpes en el momento justo a los merengues.