Eric García ha demostrado tanto dentro como fuera del campo que es un profesional en todo el sentido de la palabra. El diario 'Mundo Deportivo' afirma que el zaguero, entendiendo la competencia que llegaría a la plantilla en el mercado veraniego, optó por continuar al pie de la letra su rutina de ejercicio durante las vacaciones, con el motivo de llegar en el mejor estado físico posible al Barça.

Y es que esto sería algo que han notado tanto sus compañeros de equipo como Xavi Hernández y Luis Enrique. Ambos han declarado en múltiples ocasiones que su compromiso es total en el Barcelona y en la selección, y que a sus 21 años tiene confianza plena para ser protagonista y formar parte de cada una de las convocatorias.

Sin embargo, Eric entiende que su llamado a 'La Roja' está ligado a su desempeño con el conjunto azulgrana, por lo que aprovechó sus semanas libres después de la temporada pasada para ganar masa muscular y regresar a los entrenamientos mucho más fortalecido pero sin perder la velocidad y la agilidad, lo que le mantiene como un indiscutible junto a Ronald Araújo en el eje defensivo culé.

Las horas de gimnasio estuvieron acompañadas de rutinas y de dobles sesiones diarias, donde el trabajo de musculación eran la prioridad. El objetivo era ganar amplitud corporal y más fuerza para adaptarse al físico que exige el fútbol de élite en la actualidad, lo que le permitirá competir cara a cara con los mejores delanteros del balompié mundial, tanto en Europa como en el próximo Mundial de Catar.

La defensa de Luis Enrique

Varios medios de comunicación han criticado el llamado del futbolista barcelonés a pesar de contar con todos los atributos para ser convocado. Ante estos detractores, el propio Luis Enrique ha alzado la voz para recordar que los que están en la lista son los que considera en mejor ritmo de competencia. "Eric es un jugador espectacular y mientras siga a este nivel, seguirá viniendo a la selección. Yo aguantaré la presión y él está más que curtido. Me encanta Eric y no veo dos o tres mejores que él. Yo, adelante con los míos", sentenciaba el míster, defendiendo a capa y espada a su vasallo.