Lejos de centrarse en la exhibición del FC Barcelona contra el RCD Espanyol en el Camp Nou (4-1), algunos medios de comunicación de la capital española intentaron desprestigiar el triunfo azulgrana tildando de "provocación" un regate practicado por Neymar Jr en los minutos finales del encuentro, cuando el Barça ya mandaba por 4-1 en el marcador y todo el pescado estaba vendido en el santuario culé.

Dichos medios critican que Neymar Jr intentara ese gesto técnico, la "lambretta", con el electrónico claramente a favor y no cuando todavía habían cosas en juego, pero parecen olvidarse de que el astro brasileño puede poner en práctica su más amplio repertorio de regates cuando lo desee -de eso se trata el fútbol-, y en ocasiones parece también que realizar una "lambretta" sea peor de una dura entrada merecedora de tarjeta.

Neymar Jr, una vez más, fue el jugador del FC Barcelona que más faltas recibió de parte de los jugadores del Espanyol. Pero no se quejó. Siguió jugando, continuó buscando la portería rival e intentando crear juego ofensivo con la ayuda de sus compañeros y, por supuesto, de sus recursos técnicos, inagotables cuando está inspirado.

Neymar: El extraño caso del futbolista que juega a fútbol

Entonces, ¿qué hay de malo en que intente una "lambretta"? ¿Acaso eso es menos fútbol que las entradas que recibe? En cualquier caso, el regate no acabó de salirle a Neymar Jr, que perdió el balón por culpa de la presión defensiva de un Espanyol muy bien ordenado tácticamente. 

Los jugadores del Espanyol, además, tampoco protestaron la acción ni incriminaron a Neymar. Así pues, ¿por qué buscar polémica donde no la hay? Neymar Jr puede poner en práctica los regates que quiera. Eso sí, deberá quitarse pronto la máscara de asistente para volver a ponerse la de goleador. O, si es posible, dejarse las dos puestas.